lunes, 14 de diciembre de 2009

SE PRESENTA EL MONUMENTO AL MINERO DEL TALLER ALFORJA-CASTRILLO

Hola a todos. Os paso los artículos aparecidos en El Palentino y El Norte de Castilla sobre la presentación pública del Monumento al Minero encargado por el Ayuntamiento de Velilla del Río Carrión a nuestros paisanos del Taller Alforja: Luis y Joseja. En las fotos, junto al alcalde de Velilla, Gonzalo Ibáñez, durante el acto de presentación.


Vivir
13/12/2009 Diario Palentino
En primera persona
El minero
Exitosa presentación de la escultura al minero encargada por el Ayuntamiento de Velilla al ‘Taller Artesano Alforja-Castrillo’ de la Montaña Palentina
diariopalentino.es
El 5 de diciembre Velilla fue una fiesta. Allí estaban todos los que, de alguna manera, sentían el carbón en sus venas. No hace falta haber trabajado en la mina para conocer el sabor a pólvora y a polvo en tu corazón. Se siente en el respirar del padre, del hermano, del amigo o del abuelo.Era el tercer Concurso de Entibadores que promovía el Ayuntamiento de Velilla del Río Carrión, deseoso de recuperar en la memoria tradiciones de un pasado de la minería de interior no tan lejano, pero, hoy por hoy, condenado prácticamente al olvido.Vinieron las gentes asturianas y leonesas, que arroparon con su oficio y su saber estar un día para la memoria. Cantaron a la Santa cuando salió desde la iglesia a la calle en medio del chaparrón; rezaron y -creo- se encomendaron a ella cuando llegó el momento. Y estuvieron los nuestros, los mineros de la Cuenca Palentina, demostrando a su gente lo que cuesta ganarse la vida bajo tierra.El Polideportivo Mara Santos no daba más de sí. El olor a chocolate y a buena gente se respiraba por los cuatro costados de un recinto que se quedaba pequeño para la multitud que no dejaba de entrar para arropar a los suyos y a lo suyo: minería total por los poros.Por una parte, los concursantes agacharon la cabeza al toque de sirena. Tocaba cumplir. Hachas precisas y afiladas, aplomes, medidas, niveles… El concurso había empezado. Iban haciendo castillos de la nada mientras la resina de los pinos hacinados para la ocasión iba soltando su savia y exhalando su néctar medicinal por todo el recinto.Desde una esquina, humilde y a la par orgulloso, como procede en esta profesión, la escultura de un minero picador en pleno esfuerzo -encargada por el propio Ayuntamiento de Velilla del Río Carrión al Taller Alforja-Castrillo- alzaba la nota artística de un acto desbordante de fuerza. Era su presentación provisional al pueblo en tanto se le busca una ubicación en el casco urbano y una inauguración como merece.El Taller Alforja-Castrillo, ubicado en Tarilonte de la Peña, en plena Montaña Palentina, había sabido entender el encargo: hoy todos éramos mineros.Una estructura tridimensional de casi tres metros de altura, curtida en forja artesana -ya sabe, martillo, yunque, fragua y fuerza- permitía de forma interactiva que, quien quisiera, se metiera en la piel del minero, adaptándose a la sufrida postura de nuestro antepasado anónimo.Fueron cientos de personas de todas las edades, quienes se vistieron la armadura de sus ancestros para hacerse una foto de recuerdo, un homenaje indeleble en su memoria. Todos sonreían, todos estaban orgullosos. Hasta la gente de fuera, la multitud de visitantes que estuvieron presentes en el acto y eran desconocedores de lo que cuesta ganarse la vida desde la piel de un minero, se identificaba con lo que acababa de ver en primera persona: la heroicidad de esta profesión.Con esta obra, el Taller Alforja-Castrillo, compuesto actualmente por Luis y José Javier Castrillo -padre e hijo de la comarca- hace buena su apuesta de vida laboral en la Montaña Palentina y se confirma como un referente -llevan más de veinte años en el oficio- con el que hay que contar para el fututo artístico de la provincia. Y con su gesto, el Ayuntamiento de Velilla demuestra que ha sido el primero en saberlo entender, y cómo desde esta comarca imaginativa, aún luchando a la contra, se puede y debe hacer valer todo lo bueno que se cuece en nuestro interior.Un ejemplo para navegantes.



12.12.09 - 00:52 -
EL NORTE DE CASTILLA PALENCIA.

Velilla del Río Carrión ya tiene su monumento al minero, que recordará para siempre una actividad en otro tiempo florenciente en la localidad y ahora mermada por los planes de reconversión del carbón.
El homenaje a los trabajadores de la minería en forma de monolito, que acaba de presentarse a los vecinos, conjuga la representación del trabajo en las minas con la modernidad y las nuevas vanguardias, ya que se trata de un monumento interactivo que permite a los visitantes utilizar algunas de las herramientas del trabajo en los pozos subterráneos.
El Ayuntamiento de Velilla del Río Carrión, que preside el alcalde, Gonzalo Pérez Ibáñez, promotor de la iniciativa, ha encargado esta obra de arte moderno al taller artesano Alforja-Castrillo, situado en la localidad de Tarilonte de la Peña.
El encargo del alcalde consistía en crear una estructura de forja artística que represente el trabajo de un minero de interior y que a la vez permitiera a los visitantes actuar con la figura, de forma que puedan 'meterse' en la piel de un minero para comprender mejor la dureza de este trabajo.
Los artistas han resuelto la petición con solvencia, mucho arte y grandes dosis de imaginación, ya que han conseguido una creación muy original en la que cualquiera que lo desee puede colocarse unos guantes similares a los que utilizan los trabajadores del carbón y sujetar un barreno similar al que durante muchos años utilizaron los barreneros para taladrar en los pozos de los que extraían el mineral.
El resultado no se ha hecho esperar y ya anticipa un éxito de convocatoria sin precedentes. Con motivo de la presentación del monumento, centenares de personas se hicieron la foto simulando el esfuerzo de un picador, con lo que la escultura se convirtió por derecho propio en la protagonista estática del tercer concurso de entibadores que se celebró la semana pasada, coincidiendo con la fiesta de Santa Bárbara, patrona de la minería.
Con esta obra, el taller Alforja-Castrillo da una vuelta de tuerca más a su ya larga carrera de veinte años en el oficio forjador, entrando con fuerza en el ámbito de los monumentos, al que sin duda tiene mucho que aportar, como acaban de demostrar con esta obra.
A los dos componentes del taller de forja se lo pusieron fácil para instalarse en Madrid, pero han preferido apostar por su tierra. Ahora, sería de recibo que en justa correspondencia su tierra apueste por ellos.