Olimpic de Tarilonte

Como Ave Fénix, resurgido de sus cenizas, el Olimpic de Tarilonte ha vuelto a alzar su vuelo a lo largo de este verano.

La ilusión y pundonor de nuestros muchachos durante los últimos veranos han llegado a buen puerto. Las tardes de entrenamiento, el calor sofocante y la búsqueda constante de un lugar fijo para instalar su campo de fútbol, sin que les desaparezcan las porterías, han dado su fruto en el verano del 2012. 

Hermandad entreJugadores de Castrejon y Tarilonte.
Fiestas de Santa Marina 2012

Tres partidos oficiales se han celebrado en este histórico verano. El primero, único jugado en casa, se celebró durante las pasadas fiestas de Santa Marina. El rival, Castrejón de la Peña. El resultado adverso (1-4)  para nuestros jugadores no fue óbice para seguir entrenando. Había que preparar el triangular de cuatro equipos que se celebraría en Villanueva de la Peña. Los rivales, Traspeña, Castrejón y los anfitriones de Villlanueva.

La mala suerte en el sorteo inicial nos obligó a enfrentarnos contra los anfitriones de Villanueva. Con el apoyo del público y las ayudas arbitrales fuimos obligados a jugar la final de consolación. La otra semifinal, sin historia, nos dejó como rival a Castrejón de la Peña. La suerte nos permitía una revancha del partido de Santa Marina. Sin embargo, los de Castrejón volvieron a imponerse a nuestros muchachos, relegándonos a un cuarto puesto. El triangular, lo ganó Villanueva, como no podía ser de otra forma.

Olimpic de Tarilonte y Animadoras, Campeones en Castrejón

El último partido de la temporada, el tercero, se celebró durante la celebración de las fiestas de verano de Castrejón de la Peña. Dentro del programa de fiestas se anunciaba a bombo y platillo el gran partido. No sabemos si la elección de nuestro Olimpic como rival, se realizó pensando en los resultados anteriores. El caso es que, lo que se presumía como un paseo para los de casa, se convirtió en su propio infierno. Lejos de acobardarse, nuestros muchachos salieron convencidos de la victoria. Esta fue labrada desde los primeros minutos, con un  seguro y ágil portero, una férrea defensa y una buena creación de juego. Fruto de este buen juego fueron los dos goles conseguidos en la primera parte, en la que nuestros jugadores lo dieron todo. La segunda parte fue de contención. Los cambios se vieron necesarios ya que, aunque el viento no paró durante todo el partido, el calor era sofocante. Nuestros defensas tuvieron trabajo extra y las actuaciones de nuestro portero fueron fundamentales. Incluso pudo llegar un tercer gol para nuestros muchachos, si no fuera porque el poste repelió un disparo. Las animadoras atronaron, en las gradas repletas de público, los cánticos de apoyo a nuestros muchachos.

Al final, el 2-0 fue el resultado definitivo y la alegría inundó a nuestro equipo que, contra todo pronóstico, ganó al favorito en su terreno.

El futuro se augura prometedor para nuestro Olimpic. La ilusión es máxima y los ánimos están por las nubes. Los rivales ya empiezan a tenernos en cuenta como uno de los grandes de la Peña. Seguiremos informando de los próximos enfrentamientos de nuestro equipo, para gloria y disfrute de los habitantes de Tarilonte de la Peña

Cabalgata de Reyes

Los Reyes Magos con su séquito

  Como todos los años, Sus Majestades, los Reyes Magos, han cumplido el ritual y han llegado a Tarilonte de la Peña. Precedidos por la Benemérita, han llegado con unos minutos de retraso sobre el horario previsto, algo que ha provocado una aceleración de pulsaciones, sobre todo en los más pequeños.

Pero no solamente había gente menuda. Como todos los años, el bar ha sido el centro de reunión de todo el que se ha querido añadir a la fiesta. Y hay que reconocer que todos siguen (seguimos) teniendo ilusión por los Reyes, aunque tengamos lejos la niñez.
Para terminar la fiesta, un poco de chocolate caliente y unas rosquillas y bizcochos para reponer fuerzas. Una buena tertulia y al rato, a casa. Hay que limpiar los zapatos y dejarlos relucientes, y bien atados, no vaya a ser que, esta noche, en vez de los Reyes, llegue su yerno...