domingo, 12 de septiembre de 2010

Excursión a la Cueva de los Franceses

El 17 de agosto del 2010 fue un día intenso. Como ya puse en otra entrada, dimos un paseo por el Canal de Castilla y, después de comer en Herrera de Pisuerga, sin tiempo para una mínima cita con los brazos de Morfeo, salimos escopetados hacia Revilla de Pomar. Allí se encuentra situada la Cueva de los Franceses, nuestro siguiente punto de interés.

Después de un ligero asombro, por la construcción que se alza en medio del páramo, y de un insignificante tira y afloja, por el número de visitantes y el precio de las entradas, conseguimos nuestro objetivo de penetrar en las profundidades. Para ello nos ayudó la cita previa concertada y 3 bajas de última hora, que tenían asuntos cántabros que solventar.

El montaje que he preparado es de poca calidad, fruto de la mala tecnología con la que fue tomadas las imágenes y, sobre todo, por la inexperiencia del cámara, que no está acostumbrado a grabar vídeo. Y menos en esas condiciones subterráneas. Veréis que no se aprecia bien el interior de la cueva, por lo que os recomendaría que vierais el vídeo con los ojos cerrados para que, realmente, vierais lo que os acordáis de ella.


Todas las imágenes aparecen tal y como fueron tomadas, sin efectos ni retoques dygitales.



Información adicional

La cueva de los Franceses nace como fruto de la acción del agua que, a lo largo de los siglos, ha diseñado una minuciosa tarea de esculpido.

Se encuentra entre Covalagua y el Páramo de la Lora y fue un enterramiento natural de los soldados galos en la Guerra de la Independencia.

Su interior atesora un bello paisaje de formaciones estalactíticas que se pueden admirar a lo largo de 500 metros de recorrido.

Fuente: http://www.turismocastillayleon.com/