domingo, 4 de septiembre de 2011

Mojonera 2011


     Un año más se ha llevado a cabo la mojonera, en Tarilonte de la Peña. Este año, en realidad, ha sido más una excursión que una mojonera en sí misma. En ocasiones anteriores, al menos en las que he participado, se buscaban los mojones, se marcaban y, en alguna ocasión, los conocedores de los términos toponímicos locales, nos adiestraban con su conocimiento.

     Este año, por el contrario, podemos decir que ha servido de hermanamiento con nuestros vecinos de Villanueva de la Peña. Espero que ellos no se lo tomaran como una invasión de su territorio. Al menos, del parque de los columpios.


     Salimos a las 11h, más o menos, y tomamos rumbo a Villanueva, por toda la solana y tras una hora, aproximadamente, de caminata llegamos al pilón de Villanueva. Fuimos llegando por grupos ya que como suele ser habitual, cada uno sigue su ritmo. Y el que lleva niños a su cargo, sigue el ritmo de los mismos, claro.

   











Poco tardaron en llegar los del avituallamiento, necesario para poder aguantar el resto de la mañana. Mientras llegaba, los caminantes realizaron diferentes visitas por el pueblo para ver, por ejemplo, la iglesia de San Martin, la campana de llamada a huebra, las escuelas, el lavadero, etc.

    La foto de grupo se hizo después de dar buena cuenta de las sardinillas y el refrescante líquido más o menos espumoso. El servicio de avituallamiento se convirtió entonces, en servicio de Kindergarden, llevandose a los infantes del grupo en coche hacia Tarilonte.


     El regreso se llevó a cabo por el bosque de Valurcio, camino más o menos paralelo que el de ida, pero más fresquito, por la sombra de los arboles y alguna gota de lluvia que calló, mientras pasábamos junto a la laguna.


     Al final, como siempre, una paella, para todo el que se apuntó, sirvió para reponer las fuerzas perdidas tras la larga caminata. Y después de la paella, no me preguntéis, ...

Concierto homenaje a Miguel Hernández

     El pasado día 25 de agosto de 2011, tuvo lugar el concierto Homenaje a Miguel Hernández en las escuelas de Tarilonte de la Peña.

     Javier Castrillo y su colega del grupo Dispersos, Chano, ambos a la guitarra, pusieron música y voz a un puñado de versos del poeta oriolano.

El repertorio escogido fue el siguiente:
  1. Romancillo de mayo 
  2. Tus ojos se me van
  3. Llegó con tres heridas 
  4. En el fondo del hombre 
  5. Tristes guerras 
  6. Me llamo barro aunque Miguel me llame 
  7. Ropas con su olor 
  8. Elegía a Ramón Sijé 
  9. Casida del sediento 
  10. El niño yuntero 
  11. Tus cartas son un vino 
  12. Yo sé que ver y oír a un triste enfada 
  13. Para la libertad
     Como era de esperar, la acogida por parte del público presente fue muy buena, llenando el recinto y ovacionando cada una de las canciones. 

     Como curiosidad, cabe decir que, aunque poca gente lo escuchó, hubo un bis. No creo que fuera premeditado ya que, debido a que uno de los poemas se traspapeló, no fue musicalizado. Al comenzar a recoger los bártulos y, dándose cuenta del detalle, los artistas se pusieron de nuevo manos a la obra, aunque el patio de butacas ya se había despejado casi por completo.