Los Reyes Magos con su séquito |
Pero no solamente había gente menuda. Como todos los años, el bar ha sido el centro de reunión de todo el que se ha querido añadir a la fiesta. Y hay que reconocer que todos siguen (seguimos) teniendo ilusión por los Reyes, aunque tengamos lejos la niñez.
Para terminar la fiesta, un poco de chocolate caliente y unas rosquillas y bizcochos para reponer fuerzas. Una buena tertulia y al rato, a casa. Hay que limpiar los zapatos y dejarlos relucientes, y bien atados, no vaya a ser que, esta noche, en vez de los Reyes, llegue su yerno...
Para terminar la fiesta, un poco de chocolate caliente y unas rosquillas y bizcochos para reponer fuerzas. Una buena tertulia y al rato, a casa. Hay que limpiar los zapatos y dejarlos relucientes, y bien atados, no vaya a ser que, esta noche, en vez de los Reyes, llegue su yerno...